La importancia de los hábitos diarios

La importancia de los hábitos diarios

Los hábitos son aquellas acciones que el cerebro ha aprendido y repetido con tal regularidad que ya las ejecutamos sin la necesidad de pensar en el proceso en sí. Hay hábitos diarios que resultan de gran ayuda en la sensación de bienestar y que te permiten llevar una mejor vida.

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Por supuesto que los hábitos del día a día son llamados también de otra manera, una a la que mucha gente teme: rutina. Pero lo cierto es que no hay nada que temer a establecer una rutina en tu día a día que te permita desenvolverte mejor e incluso ahorrar algo de tiempo.

Algunos hábitos diarios se nos enseñan desde temprana edad, como cepillarnos los dientes al levantarnos, pero hay otros que solo adquirimos con el paso de los años y en algunos casos por mera decisión personal.

Así, el hábito de tender la cama, tan tedioso durante la juventud, es una tarea sencilla -que toma apenas unos minutos- y que puede impulsar el resto de tu día en la dirección adecuada. La sensación de empezar el día culminando una tarea, aunque pequeña, puede incidir de manera positiva en cómo te tomes el resto de las labores que te esperan.

Otro de los hábitos más importantes, aunque muchas veces pasado por alto, es el del sueño. Además de dormir las 8 horas recomendadas, lo ideal es cumplir con un horario regular. Acostarte y levantarte todos los días a la misma hora ajustará tu reloj biológico, algo que influirá en el resto de los procesos de tu cuerpo y, además, te permitirá descansar mejor.

Resulta igual de importante el hábito diario de las comidas. La cantidad de comidas en un día dependerá de tu consumo calórico, que puedes consultar con tu nutricionista, pero es importante hacer una rutina que te permita comer a la misma hora todos los días. Una vez más, de esta manera acostumbras a tu cuerpo y estará mejor preparado para los procesos digestivos.

Existen otros hábitos diarios que tienen impactos menos inmediatos, pero igual de saludables. Por ejemplo, leer al menos diez páginas de un libro todos los días o resolver ejercicios de sudoku pueden ayudarte a prevenir enfermedades de degeneración neuronal.

Finalmente, ten en cuenta que también hay hábitos que pueden ser negativos. Entre estos se destacan morderse las uñas, el consumo excesivo de café e incluso una rutina de ejercicio sobrecargada. Todos estos pueden jugar contra tu salud si no los corriges a tiempo y los cambias.
 

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