Giuseppe Paternò se ha convertido en un símbolo inspirador para todos, recordándonos que no importa cuántos años tengamos, siempre podemos seguir aprendiendo y creciendo

Se dice que nunca es tarde para aprender, y Giuseppe Paternò, un adulto mayor de 98 años que vive en Italia, es la prueba viviente de ello. Ha logrado obtener su segundo título universitario en la Universidad de Palermo, convirtiéndose en una inspiración tanto en las redes sociales como en la vida real. Don Giuseppe, como se le conoce cariñosamente, creció en una familia humilde de Italia y desde muy joven mostró un gran amor por los libros. Sin embargo, las circunstancias de la vida le impidieron estudiar la carrera universitaria que tanto anhelaba, y se vio obligado a trabajar desde una temprana edad para ayudar a su familia.

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A los 20 años, Giuseppe ingresó a la marina durante la Segunda Guerra Mundial y posteriormente trabajó como ferroviario. A pesar de las responsabilidades y los desafíos que la vida le presentó, el espíritu de aprendizaje y superación siempre ardió en su interior. Al finalizar la guerra, Don Paternò decidió retomar sus estudios y completó la escuela secundaria a la edad de 31 años. A pesar de formar una familia y tener dos hijos, nunca renunció a su sueño de seguir aprendiendo y convertirse en un profesional.

Gracias al apoyo inquebrantable de su madre, quien hizo grandes sacrificios para comprarle una máquina de escribir, Giuseppe se matriculó en la Universidad de Palermo. A la asombrosa edad de 90 años, comenzó su licenciatura en historia y filosofía, siempre recordando la frase que lo impulsó a lo largo de su vida: "es ahora o nunca".

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Tras tres años de estudio y en medio de una pandemia mundial, Giuseppe Paternò finalmente se graduó en julio de 2020. Sin embargo, esto no fue el final de su viaje educativo. Demostrando una determinación y una sed insaciable de conocimiento, dos años después, a los 98 años de edad, decidió seguir desafiándose a sí mismo y obtuvo una maestría en Filosofía e Historia.

El logro de Don Giuseppe ha resonado en personas de todas las edades, sirviendo como un poderoso recordatorio de que nunca es demasiado tarde para perseguir nuestros sueños y que el aprendizaje no tiene límites. Su historia es un testimonio de que la edad no debe ser un obstáculo para el crecimiento personal y la búsqueda del conocimiento.